Cabalgando al Tigre

lunes, 23 enero, 2006

Teófano el Recluso

Filed under: Textos recomendados,Tradición Cristiana — by Aspirante a domador @ 2:25 pm

Filocalia.jpgTodavía no ha caído por aquí ningún hesicasta y ya va siendo hora. Así que, en representación de la tradición cristiana ortodoxa, Teófano el Recluso da algunos consejos a otros hesicastas (¿quién más podría seguirlos?). Si os interesa esta aproximación al espíritu, os recomiendo la “Filocalia” (de filokalos, “amor a la belleza”), de la que encontraréis dos de los cuatro tomos de que consta editados por Lumen en edición completa y crítica (Vol. I, 1998 y Vol. II, 2003). Que yo sepa, los otros dos tomos aún no han salido. La Filocalia es sin duda el legado espiritual más importante y completo de la Iglesia de Oriente, lectura necesaria y diría que suficiente para conocer razonablemente esta tradición. Aquí van algunos de sus consejos y apotegmas: 

“El combate interior no debe ser abandonado aunque se haya perdido esta batalla. La batalla dura sólo hoy, el combate toda la vida. Debe darse con constancia, pues de lo contrario todo nuestro esfuerzo quedará sin fruto y nuestra inclinación hacia las bajas pasiones podrá crecer en vez de decrecer.” 

“Si abandonamos la lucha interior, descubriremos que, mientras intentamos eliminar una pasión, otra nos invade. Por ejemplo, arrojamos la gula mediante el ayuno, y he aquí que la vanagloria ocupa su lugar. Si descuidamos otorgar al combate interior la atención que le es debida, ningún esfuerzo, por penoso que sea, traerá fruto. El combate interior, unido a la lucha activa, golpea a las pasiones a la vez desde dentro y desde fuera, y así las destruye tan rápidamente como se destruye a un enemigo rodeándolo por el frente y por la retaguardia.” 

“Por la paciencia somos llevados a la altura de Dios, pero eso no ocurriría si previamente Dios no se hubiera adelantado en su Infinita Paciencia para con nosotros. La paciencia de Dios es el eterno setenta veces siete: la virtud del alma llamada paciencia es un don de Dios tan grande que en ella se manifiesta incluso la paciencia del que nos la da. Si se hace caso omiso de dicha referencia, todo asceta cae: «de un anacoreta indio, que había vivido dos años enteros alimentándose solamente del rocío que cae del cielo, se cuenta que vino un buen día a la ciudad y que, habiendo degustado el producto de la vid, se hizo un bebedor consumado». Quien logra el hábito de la paciencia puede alcanzar una madurez mayor. Ahora bien, a dicho hábito se llega fracasando. Sin embargo, lo que la fracasada paciencia humana no alcanza puede alcanzarlo quien apacienta sus impaciencias en una paciencia infinita.” 

“Trabajad hasta el agotamiento. Esforzaos todo lo posible, pero la obra de vuestra salvación, esperadla del Señor tan sólo… El Señor desea siempre todo lo que nos ayuda a la salvación y está pronto a concedérnoslo. Espera tan sólo que nosotros estemos prontos y capacitados para recibir sus dones.”

“[Abrirse a la gracia es] saberse vacío, desprovisto de razón, sin fuerza; es saber que sólo el Señor puede, quiere y sabe llenar este vacío» 

“No te inquietes con el número de oraciones a recitar; que tu único cuidado sea que la oración brote de tu corazón, llena de vida como una fuente de agua viva. Arroja por entero de tu espíritu la idea de la cantidad” [¡hay que ver qué incorrección! ¡Pero si nada es más caro al espíritu del hombre moderno que la cantidad!]

“Es falso pensar que para realizar la oración espiritual hay que estar sentado en un lugar secreto para contemplar allí a Dios. No es necesario para orar ocultarse en otra parte que no sea el corazón y, estableciéndose en él, ver al Señor sentado a nuestra derecha, como lo hizo David.”

“Prestad la menor atención posible a las manifestaciones exteriores del ascetismo. Son sin duda necesarias, pero son tan sólo el andamio, no el edificio. El edificio está en el corazón. Poned por entero vuestra atención en el trabajo del corazón.”

«Atar tu esperanza, aunque sólo fuese por un cabello, a algún trabajo personal, es apartarse del camino recto. Si te retiras a la soledad pensando que gracias a tus meditaciones, a tus rezos, a tus vigilias nocturnas, todo va a cambiar, el Señor, a propósito, no te concederá la gracia prometida hasta que se haya evaporado toda esperanza en tus propias obras, aunque es verdad que sin ellas tampoco puedes recibir nada.”  

 

11 comentarios »

  1. Me parece que tiene más razón que un santo. Se nota que están escritas por un conocedor de la vía, por alguien que sabe de lo que está hablando. Admirables frases a la vez por su sencillez formal y por su profundidad y precisión. ¿Dónde hay un Teófano para recluirme con él?. Todos los párrafos son excelentes. El último párrafo es genial, y la última frase del último párrafo es para enmarcarla. Más claro, el agua.

    Vale más 1 Teófano que 1000 Shoravardis (o que 1000000 de Corbins). No es por nada.

    Comentarios por Dr. Piedra — martes, 24 enero, 2006 @ 12:10 pm |Responder

  2. Y sin embargo, estimado Dr. Piedra, no me negarás que el texto “iranio” que he colgado es de lo más sustancioso. Lo que todavía no sé es si el interés debo atribuirlo a Sohravardî, a Corbin o al propio autor. Pero para que no me quede el resquemor de no intentarlo con el suficiente denuedo, sabe que me estoy leyendo “El hombre de luz en el sufismo iranio” de Corbin. De momento te diré que sigo considerando a Corbin una suerte de sádico de la letra de molde. Espero que, perseverando, pueda penetrarle como se merece (y figúraseme a mí, según lo leído, que merece una penetración enorme). En todo caso, y dado que otros autores más o menos “tradicionales”, que yo sepa, han prestado tan poca atención al mundo intermedio (sólo Culianu se centra en él desde una perspectiva muy concreta en su “Eros y magia en el Renacimiento”), me parece que la perspectiva corbiniana tiene que dar fruto. Yo lo voy a intentar: ya veremos qué pasa.

    Comentarios por Aspirante a domador — martes, 24 enero, 2006 @ 3:24 pm |Responder

  3. Sinceramente, querido protodomador, no veo qué «fruto» pueda darte la «perspectiva corbiniana», si es que tal cosa existe. Corbin es un filósofo y punto. Su mejor contribución ha sido, a mi juicio, la de traductor de los textos persas, no la de su exégeta, precisamente. Por otro lado, el texto de Agustín, como todos los suyos que yo conozco, está muy bien escrito y posee como atributo más destacado su estilo pedagógico. Otra cosa es que se esté de acuerdo con todo lo que dice al 100 %, como, por ejemplo, cuando habla del «individualismo místico» o cuando dice que la tradición es poco menos que algo intangible y metahistórico. De eso nada. Una cosa es que la tradición sea de origen suprahumano (sino no sería tal) y otra muy diferente decir que es única y exclusivamente trascendental y metahistórica (lo cual es contradictorio en los términos).

    De todas maneras, no me queda claro que toda la escuela «ishraqui» que a Corbin tanto le fascina, no sea algo parecido a una escuela filosófica, única y exclusivamente, dado que como el propio texto de Agustín dice, el amigo Sohravardi jamás perteneció a tariqah regular alguna, por mucho que lo tilden de «sheik».

    En cuanto al mundo intermedio, su «estructura» y sus posibilidades, no puedo dejar de recomendarte, si es que no lo has hecho ya, que te estudies «El hombre y su devenir» bien estudiado. Tampoco deja de ser interesante todo lo que explica Guénon al respecto en «El Error Espiritista» y, de paso, véanse también ciertos capítulos de «Estudios sobre Hinduismo», concretamente el de «Kundalini yoga», por no hablar también de algunos otros en «La Gran Tríada» o, porqué no, en «El Reino de la Cantidad».

    Por cierto, y ya que te estás leyendo «El hombre de luz en el sufismo iranio», quizá te pueda servir de algo una reseña sobre el mismo que se publicó en la revista «Letra y Espíritu», aunque no recuerdo el número.

    Hasta pronto.

    Comentarios por Dr. Piedra — jueves, 26 enero, 2006 @ 12:13 pm |Responder

  4. Admirado Dr. Piedra, comparto contigo algunas de las dificultades que Corbin presenta para gente que, como nosotros, se encuentra más cómoda con la precisión terminológica y conceptual de autores como Guénon; de hecho, hay muchos conceptos esenciales que Corbin no aclara suficientemente, al menos en los poquísimos textos suyos que yo he abordado. Quizá lo haga en otros, no lo sé. Pondré un ejemplo revelador: en la pág. 45 de “El hombre de luz…” (Ed. Siruela) dice que el estado material, en la concepción mazdea, “no implica de por sí ni mal ni tinieblas, siendo éstas lo propio de las contrapotencias ahrimanianas [el polo tenebroso], que son de orden espiritual”. Ignoro qué significa en Corbin “espiritual”, pero desde luego no lo mismo que en Guenón, para el que Satanás tiene vedada esa dimensión, abarcando su poder y conocimiento los otros 2 mundos, el material y el sutil (o del alma). ¿Quizá “espiritual” en Corbin corresponda a “alma” en Guénon? No lo veo tan claro ni fácil; probablemente no se puedan superponer las categorías, pero lo que no se duda es que Guénon es mucho más claro, estructurado y “didáctico” que Corbin. Ahora bien, confío (y por eso le leo) en que éste me aporte otro modo de “explicar” la realidad que complemente y enriquezca otros. Sería algo así como intentar añadir una dimensión más a la realidad, gracias a la cual las cosas cobran un sentido más profundo, más maduro, con más matices. Y lo que es innegable es que algunas aproximaciones de Corbin son muy interesantes.
    En cuanto a las incursiones de Guénon en el mundo intermedio… en fin, todos las obras que mencionas no dan más que visiones muy concretas y parciales destinadas más a dilucidar el tema principal del que tratan más que a dar una visión de conjunto del mundo del alma, ya que como metafísico que era, pienso que le importaba más bien poco el tema (o no lo consideraba prioritario).
    Buscaré la reseña en Letra y Espíritu; muchas gracias, no recordaba que la hubiese.

    Comentarios por Aspirante a domador — viernes, 27 enero, 2006 @ 10:27 am |Responder

  5. […] En relación a los comentarios del Dr. Piedra a propósito de la obra de Corbin y Sohravardî suscitados por el texto “El encuentro con el ángel”, de Agustín López Tobajas, el propio autor me envía por email una réplica que, por problemas técnicos, no ha podido colgar. Dado que considero que puede ser punto de partida de un interesante debate, voy a abrir con ella un nuevo hilo con el objeto de que opinéis sobre este siempre controvertido tema: la “naturaleza” de la Tradición y la vía de acceso al conocimiento transcendente. Una vez más, individualidad versus institución. Puños fuera. […]

    Pingback por Cabalgando al Tigre » A propósito de la”Naturaleza” de la Tradición — miércoles, 1 febrero, 2006 @ 7:32 pm |Responder

  6. creo que si leemos la filocalia con atencion, veremos que la tradicion hesicasta esta muy activa y nunca a dejado de estarlo, los mismos padres del desierto han declarado: que a falta de un maestro cercano, los textos de los padres son la guia..y la verdad son muy claros y concretos en realcion al metodo, camino y fruto..
    perosnalmente estoy dentro de una comunidad hesicasta recien fromada en argentina..
    un abrazo fraternal

    Comentarios por tradicionalista — sábado, 29 septiembre, 2007 @ 1:21 am |Responder

  7. En mi opinión, el hesicasmo es un camino muy extremo, apto sólo para unos pocos (entre los cuales no me encuentro, desde luego) y en unas condiciones de retiro y aislamiento poco compatibles con una vida occidental llamémosla «normal». Mucha suerte en vuestra nueva singladura.

    Comentarios por Aspirante a domador — lunes, 1 octubre, 2007 @ 11:03 am |Responder

  8. Queridos amigos:
    Pues yo pienso que todos estamos llamados a ser santos y la mejor manera de serlo es la de tener los ojos del alma bien abiertos, para ello lo que comentan aquí en esta página a mi me ha dado excelentes resultados y he tratado de investigar cosas sobre espiritualidad en cualquier parte, aunque yo soy católica y creo que el catolicismo es el mejor camino, no desecho ni el libro del tao, ni el yoga, creo que hay muchas formas de ayuda para el encuentro con Dios, pero creo también, que la honestidad con uno mismo es una llave que nos abre las puertas del conocimiento de Dios.

    Comentarios por Mriposa — martes, 18 diciembre, 2007 @ 9:34 pm |Responder

  9. Me interesa sobremanera el hesicasmo, quizás el último refugio del esoterismo cristiano y, en todo caso, corriente mística de indudable valor. He tratado de encontrar un grupo o un guía de esa enseñanza en mi país -Chile- sin ningún resultado. Ahora leo de un comentarista («Tradicionalista») que existiría un grupo en Aregntina. Qusisiera pedirle que me indique en qué localidad y si hay alguna forma de comunicarme con ellos. de ser necesario trataría incluso de viajar para tomar contacto con esa vía espiritual. Gracias.
    Raúl Mera

    Comentarios por Raúl Mera — martes, 9 diciembre, 2008 @ 5:09 pm |Responder

  10. HOLA, OREN POR MI QUE NO SOLO HAGO LA ORACIÓN DEL CORAZÓN PARA SANAR EL ALMA SINO TAMBIÉN MI MENTE PUES LLEVO AÑOS CON DEPRESIÓN. DE ANTEMANO MUCHAS GRACIAS.

    Comentarios por serafín. — jueves, 29 octubre, 2009 @ 7:38 pm |Responder

  11. es totalmente cierto q las cosas suceden solo cuando Dios quiere no importa q uno las desee en el momento por q Dios tiene un tiempo para cada cosa y si el no no las concede cuando las pedimos es por que sabe q somos unos soberbios de miedo que seguro le robaríamos la gloria o que seguramente estamos pidiendo algo q lo único que nos traería seria mucho sufrimiento y mas pecados.

    Comentarios por sandra mancera — lunes, 26 diciembre, 2011 @ 10:55 pm |Responder


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