Cabalgando al Tigre

jueves, 23 marzo, 2006

Ortodoxia y heterodoxia (II)

Filed under: Notas "editoriales" — by Aspirante a domador @ 3:00 pm

sufismo 1.jpgContinuando con el hilo ya abierto en "Ortodoxia y heterodoxia (I)" y para evitar que se pierda en las fauces de este atigrado blog, continuaremos aquí si os parece con este enjundioso tema.

Evidentemente, yo también comparto la opinión que señalan Agustín y el Dr. Piedra en cuanto a los peligros de una espiritualidad a la carta: nada más cómodo e ineficaz… en el mejor de los casos, cuando no directamente deformante. En esa posibilidad creo que estaremos todos de acuerdo, y ejemplos de pseudoespiritualidad untuosa, edulcorada y/o directamente casposa podemos todos citar varios de memoria, inscritos tácita o explícitamente bajo el epígrafe de “Nueva Era”, presunta corriente de despertar interior que, en la mayoría de los casos, prefigura el sello que cierra irremediablemente la puerta hacia el espíritu al identificarlo con la psique más cortical, y a veces incluso con su aspecto más “mecánico”, el sensorial.

Aceptado esto, y retomando lo que apuntaba Simplucio (por cierto, gracias por ascenderme a “Aspirante a hiena”: desde ahora tú serás mi maestro), no se trata de averiguar si somos o no “excepcionales”, como entendió el Dr. Piedra siguiendo a Guénon, para el que sólo seres “excepcionales” podrían encontrar el camino (recibir la iniciación) sin ayuda exterior. Estaba fuera de mi imaginación semejante posibilidad cuando os preguntaba si era posible el conocimiento fuera de la vinculación a una tradición. Como apunta la Hiena Simplona (me duele estar de acuerdo con él, pero en fin…), no se trata de si somos nosotros los excepcionales, sino de si las circunstancias, degeneradas hasta este punto, no pueden en compensación haber “ensanchado” las vías excepcionales.

El tema que plantea Simplucio es a mi modo de ver verdaderamente relevante, y es que las tesis guenonianas al respecto parecen exigir una muy clara línea entre lo ortodoxo (y por lo tanto vivificador y operativo) y lo heterodoxo (inoperante, sino deformante). Y no veo cómo puede trazarse esa línea ni qué autoridad tiene la legitimidad para hacerlo, máxime cuando (de nuevo Simplucio) a lo largo de la historia aquéllas se han transformado en éstas y viceversa. ¿Puede entonces la verdad, como si de un juego se tratase, subrogarse a las formas externas? No parece muy probable. Además, tampoco debemos olvidar algo que señala Agustín y que me parece clave: uno no elige una tradición, es en todo caso al revés. Si no se siente la llamada, ¿creéis posible aun así “forzar” el camino?

viernes, 10 marzo, 2006

Disculpadme por desatenderos…

Filed under: Notas "editoriales" — by Aspirante a domador @ 3:27 pm

a380_03.jpg…durante esta semana que comienza, pero estaré de viaje y no sé si dispondré de acceso a Internet ni tiempo para actualizar ese blog al ritmo habitual. De todos modos, espero que durante muy virtual ausencia (¡qué espanto de expresión!) sigáis colgando vuestros comentarios y puntos de vista. Abrazos.

miércoles, 8 marzo, 2006

¿Una clave evolutiva?

Filed under: Notas "editoriales" — by Aspirante a domador @ 9:42 am

Eslabon2.jpgLas tonterías a las que uno asiste alcanzan ya tal grado que lo grotesco empieza a formar parte del día a día de un modo alarmante. Titula El Mundo.es el artículo al que me voy a referir “Cuadrúpedos humanos en Turquía”, y en él, un montón de sesudos biólogos, en una especie de delirio compartido, especulan con haber encontrado algo así como el eslabón perdido, o al menos una clave que “puede contribuir ampliamente a resolver los enigmas de la evolución humana”, según Tayfun Ozcelic, profesor de genética de la Universidad de Bilkent, Ankara.

Para quien no tenga tiempo/ganas de leer el artículo completo, a continuación os expongo las ideas generales del artículo. Parece ser que en una remota aldea de Turquía se ha descubierto la existencia de seres humanos que caminan encorvados sobre los pies y las manos como nuestros antepasados, debido a un extraño defecto genético que les impide andar erguidos. El hallazgo ha despertado un enorme interés entre los antropólogos, ya que en el ADN de estos individuos, todos de la misma familia, podrían (a su juicio) encontrarse las claves de la transformación evolutiva. Clínicamente definido como un caso especial de ataxia cerebral, el Síndrome de Uner Tan (bautizado con el nombre de su descubridor) que sufren los miembros de esta familia turca se manifiesta por presentar cuadrupedismo (personas que caminan sólo y siempre sobre las manos y los pies y, a menudo, oblicuamente), un lenguaje bastante reducido, un grave retraso mental, una reducida conciencia de sí mismos y una postura habitual encorvada y con la cabeza inclinada, incluso cuando el afectado está sentado. El último número del International Journal of Neuroscience describe minuciosamente este síndrome y cuenta que, en una perdida aldea turca, cerca de la frontera con Siria, en la provincia de Iskenderun, una pareja de lejanos consanguíneos tuvo nada menos que 19 hijos, cinco de los cuales nacieron con el síndrome (cuatro niñas y un niño). Los otros 12 eran todos normales, pero dos de ellos murieron precozmente. Un análisis de sus cerebros realizado con resonancia magnética ha revelado, además, un estrechamiento de la región del cerebro llamada vermis y una reducción del cuerpo calloso.

Todo esto está muy bien, pero el hecho de que científicos que se suponen serios (eso si no es una pura manipulación periodística, claro) deduzcan gratuitamente que dicha alteración puede ser una clave evolutiva es tan ridículo y gratuito a priori como buscar claves similares en mudos por el hecho de carecer de lenguaje articulado o en oligofrénicos por ser incapaces de razonamiento, todo lo cual también nos acerca al supuesto antecesor común que compartimos con los primates según la Teoría Sintética o Neodarwinismo. ¿Qué opináis vosotros del tema?

Página siguiente »

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.